Más allá de los límites está la vida desbordándose
“YO TAMPOCO TE CONDENO” Jn8-1,11
Del evangelio Jesús y la mujer adúltera
¿Comprenderte o justificarte ? Es importante aclararse porque son dos recorridos distintos. A veces en lugar de intentar comprendernos lo que tratamos es de justificarnos y entonces entramos en un bucle, en un callejón sin salida. El evangelio te sitúa en el camino de comprenderte, te abre a una experiencia llena de posibilidades. En la máxima impotencia, en la máxima oscuridad todo se hace posible. Dios está en todos los acontecimientos y en todos se hace posible, es una de las lecturas de este pasaje. Otra posible lectura es que el encuentro con Dios cambia la vida, transforma el interior mismo del ser humano. Así le ocurrió a la mujer adúltera, el evangelio acaba, invitándola Jesús a embarcarse en la aventura del sentido profundo de la vida, a abrir su mente y su corazón ante el Misterio. ”Ve y en adelante no peques más” El evangelio de Juan, todo él, recorre el camino de la liberación espiritual y lleva a una apertura a un horizonte amplio y luminoso. Dios llega como Misterio no como dogma, normas o creencias. Jesús invita a la mujer a entrar en una nueva hondura, desde lo profundo de su propio y malherido pozo de vida. Para este salto no hay camino. Dice la poeta Blanca Varela “Cuando se acabe el camino abre las alas”.
El movimiento de Jesús siempre te hace tomar conciencia “¿Mujer se han ido todos?” Jn8, 10 Conciencia de tu realidad, de lo que sucede a tu alrededor, de tu fe, de lo que te hiere, de tus limites, de tus deseos, de cómo hieres tú… A ella le hace tomar conciencia de sí desde su ser más profundo, no desde ningún estereotipo o estigma.
Nos puede invitar hoy a nosotros a entrar en el fondo de la niebla de la tristeza, el desosiego, el sinsentido nuestros prejuicios, el descalabro del mundo; a ver, también, cuál es tu desgarrón, tu arañazo, tus garras…nos invita a aprender a entrar en la raíz del dolor, interrogarla y saber de qué nos habla. Hay que acudir a los desgarros con palabras, la palabra, es una especie de argamasa que te protege de la inundación. Poner nombre es comprender la existencia.
Este evangelio ilumina la agonía de la mujer silenciada y manchada, siempre en condición de ser anulada, como sigue siendo en la mayoría de las mujeres en el mundo:” nuestra ley ordena que tiene que ser apedreada” Jn8, 4 Las élites religiosas que presionaban a Jesús, buscaban justificarse, justificar su odio y sus prejuicios con la Ley. Los prejuicios han quebrado nuestro relación con el mundo, con la vida y el estado actual de la vida tan infeliz en el mundo, es fruto de ello. Los prejuicios también quiebran nuestro vuelo a Dios y nos roban la vida.
Prejuicios sobre las mujeres, y sobre diversas “categorías de personas”. Los prejuicios son estructuras opresivas que intentan delimitar la libertad, y segregar a diversos grupos de personas….Los prejuicios son la madriguera del odio, del odio que hoy atraviesa el mundo.
Dejen de estigmatizar, les dice Jesús a los letrados, ancianos y fariseos, ”Quien de vosotros esté sin pecado que tire la primera piedra” Jn8,7. Cambia profundamente la manera de posicionarse ante el mundo, la manera de leerlo y la manera de entenderlo. Este dinamismo no se refleja en la iglesia que queda atrapada en una tradición doctrinal inmovilizada y profundamente lesiva para el intelecto y para el corazón que nos ha paralizado a laicos y mujeres con un grave daño en nuestras vidas y espiritualidad ”Como grupo nominado las mujeres interiorizan esta perspectiva falsa de falta de dignidad y de mal que moldea toda su socialización haciéndose cómplice de su autonegación y subsiguiente sufrimiento” Ruether .Este irrespeto por la vida normaliza la deshumanización. Sin humanidad no hay Dios
Un evangelio lleno desplazamientos y posiciones, que nos sugiere movimiento, cambiar de foco, para poder encontrar a Dios en todos los claroscuros vitales, sociales, religiosos y espirituales; también en aquellos que hieren la intimidad de las personas, y aquellos que nos hacen crecer, aquellos que nos hacen daño desde la infancia y nos duelen tal vez sin saberlo: Es una manera de buscar lo que verdaderamente somos, para respirar en el centro mismo de lo humano, que es el centro de Dios. Es una manera de comprendernos.
Llevaron prejuiciosamente, ante Jesús, una mujer que la habían sorprendido en adulterio, para matarla; pero no llevaban al adúltero, a él no se le castigaba.
“Jesús se incorporó y le dijo: Mujer, ¿Nadie te ha condenado? Nadie, Señor, responde ella” Jn8 ,10 Jesús pregunta y espera respuesta, jamás sustituye la responsabilidad de nadie. La palabra personal, única, frente a la palabra de la muchedumbre; es grandiosa esta imagen, la mujer sola dando cuenta de si, sin que en nadie delegue su palabra! La mujer interlocutora válida de Jesús! No lo hemos vuelto a ver desde entonces en la iglesia, en la que se ha reservado sin ningún fundamento para los varones la interlocución con Dios. No hay viso de que nada se quiera cambiar, ante la acción combativa de muchas mujeres alguno como mucho duda.
“La duda que crece alrededor de uno, esa duda está sola, esa duda es la soledad y, ese gesto es el comienzo de la escritura” dice Margarita Duras. Pues yo creo que lo mismo se puede aplicar a la fe; también al problema de la mujer en la iglesia: ese dudar de dar pasos, de posicionarse sobre la cuestión injusta de la segregación de la mujer , despliega un horizonte que puede ser hermoso, desde luego fecundo, si lo recorremos.
¿Quién es Dios el Dios revelado por Jesús en este evangelio y en qué medida le hacemos presente en nuestras vidas a este Dios que revela y, se revela aquí?
¿Nadie te ha condenado? Pregunta Jesús a la mujer.» La vida es creada por los acontecimientos y sólo cuando somos capaces de interpretarlos y tratamos de entenderlo se transforman en experiencias y en actos de sentido. Jesús no ofrece doctrinas, ni pide justificaciones, abre el camino de la experiencia. Da luz para ello. La oscuridad del alma es la ignorancia del alma. El camino de hacer claridad en ella es saber, es entender, es ver, es una actitud ante la vida es desmontar los prejuicios. Es reconocer la fuerza de una acción con la que debemos colaborar cuya Fuente nos trasciende y nos supera ”Andar con aviso siempre, velar y estar atentas” decía STJ porque “El ser humano es un vivero de posibilidades que pueden ser sacadas a la luz” dice el premio Cervantes J Gelman. El aumento de la conciencia es el camino de plenitud, de comunión con Dios, de comunión con el mundo ”La luz del alma y la luz de Dios son una“ STJ.
Llama la atención en este pasaje que no hay ni un consejo moralizante para ella, ni frases de conveniencia, ni adoctrinamiento ¿por qué no se leerá más veces este evangelio?
¿Deshacer el camino que los días oscuros han tejido o más bien crecer en él? Este evangelio dice claramente que crecer en otro camino: “Ve y en adelante… no peques mas” Jn 8,11 desde este pasaje, intuyo que crecer es entrar en otra nueva hondura “VE” no dice dónde , sólo despliega horizontes, se queda abierto; intuyo que envía a la mujer a estar abierta continuamente a la trascendencia y, a esa apertura a lo nuevo de la historia y de Dios. La mujer se libera, Jesús la libera, se lleva su Don que tejerá en ella una libertad nueva una vida nueva. Esta es nuestra esperanza. La adúltera había experimentado probablemente mucha furia en su vida, en su mucha vida. Vida herida sin ninguna duda, posiblemente había hecho muchas conquistas esta mujer. Jesús le invita a otra experiencia que no es conquista sino regalo suyo: “Ve.”: Abre las alas . «Ve”: Más allá de los límites esta la vida desbordándose .
Una pregunta que me he hecho en este evangelio en el que se han roto tantos prejuicios, estigmas, privilegios de la tradición judía, donde nada menos que Jesús no condena a la mujer adúltera, que era el pecado más grave que se podía cometer: sexo libre de una mujer: ¿Qué puertas mentales y espirituales abre este evangelio a la iglesia y a cada uno de nosotros?
Entiendo la transformación personal de la mujer como un proceso de empoderamiento propio, de auto posesión, (ser tuya, no de los otros) y una autotrascendencia cada vez más libre, pero siempre humana, ante un Dios que no nos llama siervas, sino amigas. También es válido para los varones. Este es el aprendizaje más claro que yo tengo de Teresa de Jesús. Jesús en este pasaje nos abre un horizonte que está por estrenar en la iglesia. Es difícil cambiar. Todo cambio, toda evolución, todo movimiento del status quo, produce miedo y resistencias.
En este evangelio descubrimos que Dios llega como Misterio, no como dogma, y el camino que sugiere es descubrir, no acatar. Aceptar sin rechistar es un camino destructivo para la vida, además contra evangélico; Callar no te protege nunca. No podemos callar las mujeres, como no lo hizo esta mujer.
Teresa de Jesús es la primera mujer que se dio cuenta de que los varones sagrados nos quieren cortar, nos cortan las alas a las mujeres. ”No nos permiten volar” decía ella; y además, se esforzaron por recluirlas al espacio domestico. ”Mejor será que hilen” le decían a ella. A santa Teresa la Iglesia le nombró Doctora de la Iglesia y la recluyó en una hornacina, objeto de devoción, pero no como fuente de sabiduría, ni maestra espiritual para las enseñanzas de la Iglesia, ni nada de nada. Su caudal se recluye en los especialistas y estudiosos y a quienes están cerca de ellos. Su vida su sabiduría está malgastada en la iglesia.
Urge a las mujeres y laicos repensarnos dentro de la Iglesia y “disputar nuestro poder de la palabra”. Definirse las mujeres a sí mismas más allá de las relaciones sexuales y la maternidad es altamente necesario. El intento de imposición de un modo inaceptable de custodia hay que terminar con ello. “orar es desatar la correa de todos los yugos” Isaías, 56, 6. Pues a qué esperamos en la iglesia.
Este evangelio es un claro ejemplo de cómo se proyectan los intereses de los hombres y prejuicios, sobre Dios, y le atribuyen lo que son intereses exclusivos de los hombres. El adulterio suponía una herida en el costado del linaje y en la honra del marido. Jesús quiso dejar clara su posición. ”Yo no te condeno” Utilizaban la religión al servicio de las élites y los intereses de los varones “No hay peor corrupción que la del poder religioso que es la manipulación del hambre de Dios. El modus operandi de este poder siempre será el mismo” Kowalsqui
El cuerpo eclesial sigue produciendo significado sobre la feminidad que justifica la asimetría sostenida entre el estatus del varón y la mujer en la iglesia y la comunidad cristiana y en la sociedad. Es altamente dañino. La iglesia es un espejo para todos los machismos sociales que han crecido de forma agresiva cuando las mujeres hemos empezado a hablar y se han visto en peligro sus privilegios, no entiende la iglesia que “No es el hombre el que habita la tierra sino los hombres y las mujeres en su diversidad en su pluralidad infinita. Cada uno de nosotros es un acontecimiento” dice Dostoievski. Trasgredir límites restrictivos y bajar del pedestal al clero, empoderarse la mujer y los laicos es una tarea “sagrada»
¿Se puede imponer una moral que sea y se base en presupuestos culturales, muchos de ellos insertos en una cultura patriarcal y de poder? ¿Una moral que responda a una forma casi política de concebir la vida? por ejemplo la moral entorno a la “necesidad de conservar la especie”. La sabiduría evangélica tiene un valor actual porque va más allá de formas culturales concretas.
Se ha hecho una deshumanización de la práctica religiosa. Hemos sufrido una gran manipulación del hambre de Dios y de su búsqueda. Estos relatos evangélicos nos recuerdan continuamente que somos sujetos de experiencias; receptores abiertos, vulnerables, apasionados, actores de nuestra propia vida.
Cuando pusieron las élites religiosas y culturales a la mujer en el centro, recordé que cuando buscas ser el centro y no lo eres, y te colocas queriendo serlo, pierdes la capacidad de leer la realidad y distorsionas el sentido de las relaciones, vives fuera de ti, que es lo que pasa en el clericalismo. El cardenal Sarah el otrora jefe del Dicasterio de liturgia, trata de instruirnos y dice:” Un sacerdote es un hombre que ocupa el lugar de Dios” tanto que lo han desplazado ” El sacerdote es Un hombre que está revestido por los poderes de Dios”. Ni levantarles la voz. !Vaya teología!. Y sigue el cardenal: “La lengua del sacerdote hace de un trozo de pan un Dios” !No necesitan a nadie.! Jesús se reunió con sus discípulos y en su compañía para instituir la Eucaristía, pero ellos no necesitan de la comunidad para sus poderes, sólo su lengua. Dejemos que le conteste la doctora de la Iglesia Teresa de Jesús que dijo, en otro contexto, pero también aplicable aquí: “Tengamos por sospechoso todo lo que no deje libre la razón”. El clericalismo es una lacra religiosa y social.
“Yo tampoco te condeno” dice Jesús ala mujer. Una identidad naciente está floreciendo mas allá de la de pecadora. Es La hora nueva de vivir y dar asiento a tu pecado, tu desgracia, tu mal y dejar que la vida florezca de la mano de Dios. Dejar hacer a Dios, no correr más que él “La vida del hombre es ensayo y tentativa” decía mi profesor de Historia de la medicina Laín Entralgo
Los varones en tiempos de Jesús aprendían lo que les enseñaban los escribas; ellos eran los únicos que tenían el privilegio de aprender y asistir a sus escuelas, en el evangelio de Juan, Jesús se encarga directamente de enseñar a las mujeres, no las desprecia, ni las excluye y sus encuentro con las mujeres son hitos fundamentales y fundantes en la experiencia, la narrativa y la comunicación de Jesús. Esto injusta y pecadoramente lo ha arrinconado la tradición y las enseñanzas de la iglesia: El saber de Dios de las mujeres viene directamente de Jesús. Jesús le da la oportunidad a la mujer adúltera a comprenderse y «comprender» a Dios
No olvidemos que Más allá de los límites esta la vida desbordándose.
”VE” le dice Jesús al final del pasaje. «Ve» de tus amores perdidos, al amor de los amores.