Esta mañana he escuchado en la radio que se preguntaba a una profesora si creía que se deberían haber tomado antes la medida de cerrar los colegios, y sin titubear la profesora ha contestado que debía haber sido tomada antes esa medida, ¡ vaya con la experta!. Qué bien se nos da hablar de lo que no conocemos.
Cuando hice los cursos de doctorado, allá por los años 80, tuve que hacer un tema obligatorio que era la Medicina en Grandes Epidemias y Grandes Catástrofes. El profesor que era catedrático de Epidemiología y Salud Pública, médico militar, muy pero que muy preparado, me dejó honda huella, y recuerdo de aquellas enseñanzas, una frase que repetía en todas las situaciones, catástrofes, terrorismo, epidemias: la clave está en “REMAR JUNTOS” en la misma dirección. Nos decía que lo primero, ante una catástrofe o epidemia, que solía aparecer, y que era bastante peor que el propio agente biológico (virus, bacterias…) era el miedo y entrar en pánico. Lo segundo que aparecía rápidamente y nunca falta son los egos y las voces que se alzan diciendo algo así como: “Yo tengo mejores ideas que quien dirige”. Son pasiones humanas, añadía. El miedo y el ego son pasiones humanas. Y en las epidemias y las pandemias no se necesita pasión, sino ciencia, templanza y dirección. Entonces, remar todos juntos en la dirección que se marque. Ya tendremos tiempo de ajustar cuentas con quien creemos que se equivoca, ocasión que no va a ocurrir NUNCA porque el éxito de esta lucha está en REMAR JUNTOS EN LA MISMA DIRECCIÓN. Su objetivo es preservar la vida de todos los ciudadanos y ciudadanas y recuperar su salud. Ese es el objetico principal y sobre él se tienen que construir todos los demás objetivos y la propia estrategia. Traslado esta reflexión que es absolutamente pertinente a la situación que vivimos hoy con el coronavirus.
La epidemiología y el control de las epidemias es una ciencia. Y la Salud Pública una responsabilidad del Estado, Comunidades Autónomas y responsabilidad también de cada uno de nosotros en lo que decimos, difundimos y hacemos. La gestión de este problema no funciona sin nuestra implicación y colaboración.
Lo que ha dicho esta profesora que “ciertas medidas deberían haberse tomado antes”, a la vista está, sin tener ni idea, es como si yo a mis pacientes les dijera que se tomaran quince paracetamoles de golpe para asegurar que no van a tener fiebre durante toda la epidemia. Estos pacientes, con esta prescripción, acabarían directamente en el cementerio, porque el organismo sería incapaz de metabolizar el fármaco. Pues la sociedad es también un organismo vivo, y tiene que poder metabolizar las medidas, por tanto necesita dosis adecuadas en los tiempos adecuados.
Yo confío en las Instituciones del Estado, en nuestra Comunidad Autónoma, en la Diputación, que ha implementado medidas, y en el Ayuntamiento de la ciudad que está trabajando en ello. Y por supuesto, en mis compañeros y compañeras de la sanidad; y deseo que las instituciones los cuiden, y los provea de recursos adecuados.
No me cabe ninguna duda que las administraciones trabajan y tienen por objetivo nuestra salud y bienestar y el control de la epidemia; pero como decía mi profesor, no tendrán ningún éxito las políticas y la gestión de la epidemia si el ciudadano no colabora, cumpliendo con lo que le piden, que es muy simple, SER RESPONSABLES: lavarse las manos, higiene familiar y personal, evitar los lugares comunes, no viajar, y si se puede no salir de casa. Porque no está el tema exclusivamente en el que yo personalmente me libre, sino que está fundamentalmente en que cada uno de nosotros contribuya eficazmente al control de la epidemia. Yo añadiría, a lo que mi profesor enseñaba, el no decir sandeces con tal de salir en la tele, no difundir noticias falsas, porque eso contribuye a incrementar la desconfianza en las Instituciones y entre nosotros, a que cunda el pánico; y eso solo nos lleva a la insolidaridad y con ello la epidemia evolucionaría sin control y tendría unas consecuencias impredecibles. Así que ante el desafío del coronavirus: REMAR JUNTOS EN LA MISMA DIRECCIÓN. Esa es la clave del éxito. Y la responsabilidad de todos y todas.
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(*) Doctora en Medicina, especialista en Salud Pública y Educación para la Salud. Presidenta de ALEZEIA.
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