YO SOY MUCHAS MUJERES

Me miro al espejo de los años,
en este para mi desconocido altar.
Atrapado en la luz de los árboles
ecos de vientos
que me traen nostalgia de esperanza.
Piedras de inocencia,
Arcos llenos de cantares,
pila bautismal llorada
de infancias abundantes.
¡Aquí te han colocado Virgen del Espinar¡
No lo esperaba.
Mis trenzas han crecido
regadas por la memoria
Llenos mis ojos de mariposas
campanillas y lirios,
margaritas y alelíes
flores de espino.
Perfume intenso
en el que descansaba y dormía
mi inocencia
sabiendo que tú me velabas
Virgen del Espinar.
Encuentro aquí
una réplica de lo que eres,
¡!En una urna cerrada y defendida¡¡
Me punza el corazón verte así
Han cambiado mucho las cosas.
Nubes de cielo que llueven
sobre el alma enclaustrada.
Aquí hoy, hay otras infancias
de noches extranjeras.
Silencios de afecto y vida
que tejen y destejen inocencias,
vidas rotas
donde mueren las estrellas
Y Dios me sonreía.
Vida viva
que me trae junto a este espejo
tiempo para mis ojos.
Jirones de mi historia
incrustados en el fondo de mi alma
.Racimos de sentimientos
uvas dulces y olorosas
que guardo como tesoro.
Me corté las trenzas
y dejé de ser morena.
¿Te importa?
Estoy aquí
con mi pelo travestido.
¡Hoy me vivo pelirroja!

Total, hoy todo está teñido:
El mundo, la vida,
la religión, el amor,
hasta la misa,
que la dicen funcionarios;
la rabia y el enfado
la amistad.
Te vemos a través de un cristal,
Los tiempos se confunden
Las historias se mezclan
Nos crea la memoria.
Por eso te mueres
cuando la pierdes.
Yo soy muchas mujeres.
Con todas amo rezo sufro
y me lleno de alegría
Yo soy el corazón habitado
Madame Curie y la tierna Marilyn,
Teresa de Jesús que ha hecho palpable a Dios,
y visibles las mujeres.
Artemisa Gentilechi
que voló con sus pinturas la carcoma vaticana.
Catarata de espumas que alzan sus alas
y manantial tranquilo.
Juana de Arco y Rita Levi Montalcini.
Rosas espigas y zarzamora
Ava Gadner y Juana Inés de La Cruz,
Simone Weil de caridad ardiente
De justicia enamorada, murió de amor.
Que murió amando
Jardines de taquicardia,
Cóndor y paloma
Frida Kahlo para pintar el dolor
Águila y golondrina.
Isabel de Castilla y Catalina la Grande,
Marta y María tus amigas.
Árbol frondoso y junco brotado de silente manantial.
Soy Juan Manuel y mis hijas.
Playa y espuma, arena y lodo,
Corazón de muchos hombres.
Rosalía de Castro y María Zambrano.
Soy música, fusas, gritos y cadencias,
Campo de amapolas y mata de madreselva.
Furia y dulzura, frágil y tierna.
¡Todas Maribel!
tantas veces errada y confundida;
tantas veces caída y levantada
tantas veces entre azucenas plantando promesas
brotando bondadosas rosas
Por tus manos son azules.

Mi íntima multitud.
Verdad sola donde se multiplica tu rostro.
Tu amor dejó su huella.
Estos arcos de ermita vieja
son los que me vieron;
los que vivieron los tiempos
en que mis ojos leían y leían
lo que jamás se escribió.
Piedras de inocencia
que acogieron mi infantil oración.
Hoy me devuelven a ti.
Hoy hablaré contigo
Como hierba desvelada,
Se confunde mi ayer con el paisaje,
Me molesta que estés enclaustrada
A pesar de ello a través del cristal
Sigue saliendo la infancia feliz
Carne de margaritas.
Las trenzas soñadoras
Que allí estaban cada día
Peinando alegre la plegaria al viento.
Hoy, como cuerda de cítara son un manojo de lirios
Con los ojos crecidos
Vuelvo a contemplar las seda
Escucho la música que cual arpa
Sonando está en mi pelo.
Vayamos al cantueso que el sol ha florecido
Enhebrando aromas
Con ardiente gozo
Respirando rosas
A escuchar mí nombre
Que ya se abre el cielo.