“No sobra nadie en la vida”

 

 

Se llenó de ternura mi ventana esta mañana.

Un hombre

Colocando Su vaso

De café

En un chirimbolo

Cual mesa de bar.

Llevando en ristre  su carro de cartones

Su colchón, sus sábanas, sus mimos

Sus besos, su almohada en un  carro de la compra

Llevando la sangre en vilo.

Empezaba a fumarse un cigarro

Recibiendo el sol de la mañana.

Lento y pausado  en soledad huérfana

No tiene prisa

DE espaldas a la gente que pasa

¿Sueña?

Con su sombra tapa el vaso

¿Cómo será su vida? ¿Cómo habrá sido?

¿Cuánto tiempo lleva en la calle?.

A cuatro metros apenas, silla y mesa

Pero él no es de este mundo,

Vino a los suyos y los suyos

No le recibieron

Le dieron la espalda.

Ha pagado su café.

Podía sentarse en la barra

O en la mesa de la calle

Pero no lo hace.

Una imagen poderosa de lo que es el mundo

En su desprecio

En su ternura.

¿De qué mesa se habrá caído?

‘De qué cama

De qué casa

¿Quién se habrá llevado todo?

¿Quién se ha quedado con ello?

Le han robado hasta la soledad,

Hoy el sol le acompaña

Nunca sabrá cuanta ternura ha despertado en mí

Con su resplandor mudo.

Nunca sabes de dónde te puede llegar

Algo dormido puede abrirse para asombrarnos en cualquier momento.

No sobra nadie en la vida.

Pausadamente, sin prisa, con movimientos lentos

Deja el vaso en el suelo.

Limpia con la mano el pivote como si de un altar se tratara

Y coloca su vaso  de café lleno

Donde la vida que tiene le rebosa

Hoy es la fiesta del Corpus,

La fiesta de la Comunión humana.

Parece que el alma está extendida.

Lentamente lleva mano en el bolsillo

Mira a un cielo que le acoge

Le brinda su cigarro

Que enciende al mismo tiempo que sus ojos

Y una luz que parece no querer perder el alma.

En bocanada de humo su flor parte al cielo

Se llena la calle de  rosas

 

Un gorrión revolotea a su lado

Pían dulce o callan.

Las palomas miran desde los aleros,

No cantan apenas los estorninos.

Pocas personas pasan a su lado

Nadie se fija.

Comiendo paciencia, matando la derrota

Pero el sol le abraza por detrás

Se vuelve, le desafía

Levanta el mentón encendido

Sonriente mira al sol

Que  compite

Con la luz y el calor de su cigarro

Una llama fervorosa se enciende

Levanta la cara al cielo

¿Agradecido?

El oro, el violeta, el azul liberado

No hay tristeza en sus ojos

No desconsuelo en su cara

Con media sonrisa

Medio beso

Recibe el sol

Que se funde en la luz de su cigarro.

Atraviesa  el cielo una golondrina,

Ella vuela.

No se quiere posar

¿A dónde volarán los ojos de este celebrante

De la miseria con flores

Su ternura y mi ternura?

Se llena la calle de cantueso

Nunca sabrá cuanto ha despertado en  mi alma.

 

Segovia Festividad del Corpus 2024

 

 

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