Me reconstruyo cada día.
Me reconstruyo cada día,
Con raíces que sustentan mi vida
Con soles que me visitan,
Versos de flores
Perfumando el día
También con el dolor ronco
Que sonando está en las UCIS
Y el rumor verde de un ciruelo rosa.
Me reconstruyo
Porque mi aliento es crecer
Es amar
Es perfume de la vida
Y encender una candela, muchas candelas.
Me reconstruyo cada día
Bailando
Soles y luna llena,
Con mi suelo herido
Donde las gardenias lloran,
Recojo su sangre
Para convertirla en río,
Para sembrar estrellas.
Me reconstruyo cada día
Flor a flor
Verso a verso,
Rezando con la ambulancia
Con inocentes alondras
Y muertes atolondradas.
Llorando con los sin pan
Y también con los sin techo
Y sin sueldo y sin trabajo.
La impotencia de las madres
Y los padres sin futuro
Y los niños y las niñas
Sin zapatos, sin escuela.
Verso a verso
Musgo a musgo
Se va recobrando vida:
Aquellos jazmines rotos
Los lirios acurrucados
Las azucenas heridas,
Y las almendras azules
Arrugadas violetas
Y las rosas apresadas,
Los niños llorando frio
Los gladiolos arrancados
Los alelíes huyendo
Lloran brezos, claveles y clavelinas
Para empujar a las lágrimas
Que no queremos mirar
Por ojos de flor de cera.
Me reconstruyo cada día
Crecen manos con sus dalias
Corazón de olor a salvia,
Boca de trigo, abrazo de hierbabuena
Que se enhebran al calor de la retama.
No falta quien va corriendo
A secar lágrimas.
Las lágrimas de la ambulancia
La almohada del hospital
A llorar con los abuelos
Las mujeres y los hombres
Con sus nietas y sus nietos
Y convierten los goteros
En cuerdas de una guitarra.
Les acompañan los mirlos
Y hasta el zorzal ermitaño,
Sale a cantar para ellos.
Me reconstruyo y resiembro cada día
Dándole vida a la lluvia
Que caía sin sonido
La lluvia que no lloraba,
Y el llanto de las pateras
Que se funde en nuestras aguas.
Me reconstruyo cada día
Nadando de entre los miedos
La vida sin esperanza
Y toda la paz robada
La moral rota en añicos
Y el virus que mata almas
Y nos llena de mentiras.
Me reconstruyo y resiembro cada día
Despertándome con música
A la paz acurrucada
De la música callada
Cada día en la mañana
Cantando canciones nuevas
Escuchando al ruiseñor, el gorrión y el petirrojo
Las margaritas humildes,
La violeta callada,
La retama y el cantueso
Con una retina nueva
Cual panal de miel labrada,
Celda a celda
Lentamente
Dalia a dalia
Aprendo a mirar de nuevo
Los árboles y la tierra
Las mujeres y los hombres
Y los niños y las niñas
Mi pequeño resplandor
Ornando la luz del día
Reunida en azucenas,
Me construyo cada día.
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