La palabra habitada

 

Huérfana de otras palabras

andamos tras de ti,

ignorando la tuya.

¡¡Qué fuerza tienen las que no se pronuncian,

las que no recibimos,

las que no se dicen,

las que no se habitan,

las que no se dan,

las que no escuchamos¡¡

 

Palabras que nos separan:

palabras oscuras,

palabras congeladas,

palabras apagadas,

palabras sin luz,

¡palabras sin corazón¡

 

Palabras

Rompiendo  encuentros

Donde se salvan las almas.

Palabras dichas a otros

que tú quieres escucharlas,

que se quedan tras los labios.

 

¿Dónde  van las palabras

que no se dicen,

las palabras mal  guardadas,

las palabras que se callan?

 

¡Palabra¡ ¡Palabra!

 

El poder de la palabra.

La palabra que nos cura,

la palabra que nos salva.

Palabra que nos despierta,

palabra que nos arrulla…

y crece dentro del alma

El silencio

y después la palabra.

 

Sé que me estás enseñando

que con la tuya me basta,

que es carne de cada día

y alimento de  mi alma

 

Ábreme Señor, mis labios.

Pronunciaré tu Palabra.

Palabra con corazón,

que es caliente y luminosa,

que es eterna y creadora.

 

Ando buscando en la vida

lo que sólo tú me das:

Es la Palabra habitada

Que es palabra en el umbral.

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